HITOS DE LA GESTIÓN CULTURAL EN SANTA CRUZ



El 2019 una de las líneas de investigación del Centro de la Cultura Plurinacional es la Memoria Oral de la Gestión Cultural en Santa Cruz, desde sus hitos más importantes, que dejaron huellas, iniciativas, y una reflexión sobre su necesidad de ser retomadas, continuadas, incluso prolongadas. 


En cierta medida, la gestión cultural en Bolivia es todavía una práctica empírica, una noción más que un concepto propiamente dicho. La noción de gestión cultural se introduce en Ibero-américa a mediados de los años 80. Su nacimiento es producto de una amalgama entre “animadores culturales”, “administradores culturales” y “actores culturales”. En un artículo de la Red Boliviana de Gestión e Investigación Cultural, se distinguen las tres categorías:

  • “Los animadores culturales, vigentes desde la época del Franquismo en España y desarrollados en América Latina durante la primera mitad del siglo XX, que nacen de animar lo inanimado se habían caracterizado por trabajar en la línea de la educación artística, reforzando el puente entre los productores y el público cultural.
  • Los administradores culturales se desarrollan a partir de los años 60 en Francia, Estados Unidos e Inglaterra, reforzando el concepto gerencial traducido en herramientas y criterios empresariales, reafirmando el potencial de la demanda y argumentando la necesidad de crear un nuevo sector económico.
  • Finalmente los actores culturales, también denominados trabajadores culturales, se fueron desarrollando específicamente en los países en vías de desarrollo, y tuvieron por misión convertir a la ciudadanía en participantes culturales.”[1]


Santa Cruz de la Sierra es una ciudad muy rica en tradición de gestores culturales, principalmente a nivel particular, pues en ella surgieron emprendedores que dedicaron su esfuerzo a una meta colectiva, fundida con el deseo de alentar a los artistas y promover el desarrollo de la sensibilidad artística entre la población. Sin embargo, muchas de las actividades que inauguraron en la ciudad fueron realizadas sin la etiqueta de gestores culturales. Tal parece que la primera institución que utilizó la denominación Gestión Cultural en el mundo, y armó una especialización al respecto fue la Universidad IX Paris Dauphine, en el año 1985. En nuestro continente dicha noción se comenzó a conocer recién en la década de los 90, gracias a un postgrado que se impartió en la Universidad de Chile en 1995 con el denominativo “Gestión Cultural”.

En la Santa Cruz de antaño un primer hito importante fue la creación de la Casa de la Cultura el 1 de abril de 1960, bajo la Dirección de Gunter Holzman. Inicialmente, en la época del coronel Hermán Castro Villazón, fue administrada por la Alcaldía Municipal. En 1985 recibió un aporte para su funcionamiento proveniente de la empresa privada y el Municipio. En 1995, la Casa de la Cultura pasó a depender del Municipio Cruceño, y así se ha mantenido hasta nuestros días. Cabe decir también que esta institución administra el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo Etnofolklórico Municipal; además tiene a su cargo la Biblioteca Municipal y una Red de 15 bibliotecas de barrios y 14 centros culturales de barrio. Su sede física fue anteriormente sede de la Alcaldía, un elegante edificio blanco inaugurado en 1937, ubicado en plena Plaza 24 de septiembre, en el que se ofrece dos ambientes para exposiciones, salas de conferencias y un salón de teatro en la planta alta.

Marcelo Araúz Lavadenz (1934) –figura referencial de la gestión cultural en Santa Cruz– tiene consideraciones muy importantes sobre el proceso de desarrollo que ha vivido Santa Cruz respecto de la gestión cultural. “A partir de 1980, poco más o menos, Santa Cruz crecía rápidamente en el ámbito económico, pero en niveles culturales éramos el hazmerreír del resto del país… Santa Cruz no tenía biblioteca, entonces, impulsamos la biblioteca. La Casa de la Cultura en su época fue un ejemplo en Latinoamérica, y no sólo en Bolivia, porque tomando como referente el modelo francés, implementado por primera vez en América en Ecuador, se creó una Casa de la Cultura autogestionaria, por entonces, sin apoyo de la Alcaldía o de institución pública alguna.”[2]

Santa Cruz vivió los periodos de inestabilidad social y política, al igual que el país, desde 1964 hasta la afirmación de la democracia en 1983. Posteriormente a la experiencia de gestión autónoma de la Casa de la Cultura, en la década de los 70 se vivieron otros fenómenos de agrupaciones que accionaron la cultura en la ciudad.




[2] “Revista Cumbre Journal”, Febrero 2016. “El arte es una herramienta potente para la educación”, pp. 14-19. 











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