REFLEXIONES SOBRE EL PERFORMANCE A PARTIR DE "LATITUDES" 2019
Por: Jorge Luna Ortuño
A fuerza de su inclusión en la
cotidianeidad, el término “performance” se ha diluido en alguna medida, pero
también se ha familiarizado. Se suele utilizar como sinónimo de un nivel de
ejecución en una tarea, una actuación, o un modo de realizar prácticamente lo planificado
teóricamente. Lo usan en el campo empresarial para hablar de rendimientos, y los
periodistas deportivos en un partido de fútbol, así como los fans recuerdan el
performance de sus estrellas en los espectáculos musicales.
En esencia, la idea general
no está tan lejos. El performance pone en acto algo que anteriormente estaba en
potencia. La cuestión está en cuánto de la idea teórica logra ponerse
efectivamente en acción práctica. Llevar a la acción es efectuar con el cuerpo.
Platón por ejemplo, escribió su filosofía y la inmortalizó a través de la
escritura, se mantuvo en un plano teórico; Sócrates en cambio, su mentor, eligió
no escribir, performatizó su filosofía al preferir morir envenenado
voluntariamente tomando la cicuta antes que retractarse ante los jueces por los
valores que reivindicaba. Diógenes el cínico es otro filósofo que no dejó nada
escrito, solamente quedaron anécdotas de su vida que son insólitas performances
filosóficas de la Antigua Grecia: “Házte a un lado que me tapas el sol”, le
diría al más poderoso de su era, Alejandro Magno.
En el mundo del arte, el
performance es uno de los lenguajes que mantiene la herencia de las vanguardias
artísticas del siglo pasado. Inmediatamente surgen algunos nombres con obras
paradigmáticas como John Cage (“Water walk”), Yoko Ono (“Cut piece”,
1957), Marina Abramovic ("Rhythm
O", 1974). En Bolivia, en los años 80, las acciones artísticas realizadas
por Roberto Valcárcel en espacios públicos de La Paz son una referencia
iniciática para varias generaciones de artistas locales. Sin embargo, la
antiprocesión realizada en 1987 por uno de los estudiantes de Valcárcel, Sol
Mateo, es probablemente la gran precursora del performance como tal en el país.
Véase el blog del artista y curador Douglas Rodrigo Rada www.cimientosperformance.blogspot.com
Latitudes
La pasada semana se realizó en
diferentes espacios de Santa Cruz la segunda versión del Festival de
Performance Latitudes, gestada por el dinámico artista boliviano Héctor
Canonge. Se observaron diferentes géneros de performance, tanto dentro de
espacios culturales como en la Plaza del Estudiante. A nivel de divulgación de
las artes no tradicionales siempre es positivo y aplaudible la gestión de estas
plataformas. Sin embargo apoyar implica también involucrarse en la crítica
posterior.
Desentona que la puesta en
escena de un performance conlleve la instauración de ciertos comportamientos que
se preforman para el público; todo comienza desde la clara división entre
escenario y espacio destinado al espectador, la anunciación del inicio, y del final
incitando al público a un “fuerte aplauso” al artista. El performance se antoja
en algunos momentos como una tiranía que el artista le impone al público por el
tiempo que dura su acción: están todos parados en el rincón de un patio
observando algo que no se sabe a dónde va y nadie puede hablar ni distraer hasta
que termine. Y no es teatro.
El artista es aquel que se
expone y fuerza la atención hacia sí mismo para, en el mejor de los casos,
decir algo, o eso esperamos. Algunas obras del performance de hoy nos hacen
remontarnos a aquellos días en la infancia cuando la familia se reunía en el
living y los niños pedíamos atención y silencio a todos los presentes para
demostrar nuestras habilidades, cantando, bailando, haciendo chistes o lo que
fuere. Aunque no lo sepamos son los inicios, el performance tiene algo de
lúdico y de espontáneo que lo diferencia.
Cabe preguntarse qué
diferencia efectivamente al performance del teatro. No discutiremos si debe
actuar o no el que hace performance, pero por ejemplo la obra de 30 minutos
“Hexe”, de la española Concha Vidal, era un monólogo teatral, técnicamente
impecable, con un discurso de liberación femenina de fondo, pero ejecutado
según los parámetros del teatro, sin que se abra la puerta de la sala hasta que
el acto termine.
Por otro lado, hubieron
piezas notables. Una de las que destacaría fue “Sororidad”, que se presentó en la
Sala Cemento del Centro de la Cultura Plurinacional. En la obra siete mujeres
vestidas con poleras negras formaban un círculo en el suelo, sentadas en el medio de la sala, cociendo hilos en su propia piel y conectándose entre ellas, mientras la voz en off de cada una de ellas repetía a su
turno un breve manifiesto acerca de la comunicación invisible y la fraternidad
que puede existir entre mujeres. La fraternidad sin embargo es una palabra que
remite históricamente a una práctica entre hombres, de ahí que la “sororidad” se haya
instalado como un neologismo dentro de las luchas feministas a nivel mundial
para enfrentarse contra la discriminación sexual. Alessandra Abruzzese -coordinadora cultural de Galería Kiosko-, y una de las componentes
del grupo, comentó que la obra surgió a partir de un laboratorio, organizado
por Mary Carmen Monje, en el que se reunieron artistas mujeres de diferentes
disciplinas para encontrar un lenguaje común en torno a algo que les concierne
y les hace sentir afectadas. Al final de la obra, luego de haber hilado
conexiones múltiples entre las mujeres sentadas frente a frente, todas se pararon
y fueron hacia el público para entregar las puntas del hilo a las mujeres
presentes entre los espectadores. La calidad del texto y su repetición durante
siete veces tenía el efecto de un martilleo: “Hay una conexión intuitiva sobre
la que se pretende no hablar y sin embargo existe...”.
El arte nos recuerda que existen
otras formas de comunicarnos, formas más sutiles y poéticas, formas indirectas
y de mayor grado de sensibilidad. Viviendo tanto tiempo en la superficie de los
eventos perdemos a veces ese otro tacto del lenguaje. La performance habilita
un intervalo de tiempo donde se suspende el tiempo, se vive otro tiempo más denso y sustancioso, que alumbra una relación diferente entre las ideas, el movimiento y los espectadores.
Artículos relacionados:
Impresiones de sororidad
Qué es la sororidad
Latitudes en el CCP
Comentarios
Publicar un comentario